Semana Económica.- 10.06.2016. Lucia Benavides. Gerente de Empleabilidad de IPAE Escuela de Empresarios y Miembro del Comité CADE Universitario 2016.
La innovación está de moda. La vemos en los CVs de los jóvenes, en los valores de las empresas, en los artículos de las revistas. Paradójicamente, mientras más hablamos de innovación y más repetimos lo importante que es, menos claro queda precisamente lo que es. Si todo es innovación, entonces nada es innovación.
Por ello para empezar a innovar, es importante preguntarnos: ¿Qué es innovación y qué NO lo es?
1. Innovar NO es ideas. No es coincidencia que el símbolo más común para innovación es un foco encendido, que también está asociado a la generación de ideas. Sin embargo, las ideas por sí solas no son innovación. Lo que realmente importa es la ejecución. 7 de cada 10 emprendimientos de Silicon Valley no sobreviven. Innovar, tanto como emprendedor como parte de una organización más establecida, es difícil y más riesgoso que seguir trabajando de forma tradicional.
Es por ello que muchos programas de apoyo a emprendimientos innovadores deciden enfocarse en proyectos que ya han comenzado a implementarse. Así pueden asegurar que una mayor cantidad de las empresas en los que invierten tiempo y apoyo económico sean exitosas, y maximizan el impacto del programa.
2. Innovar NO es novedad. No tiene sentido reinventar el fuego. Podemos crear nuevos productos y nuevas formas de hacer las cosas, pero si no generan valor, no tiene ningún sentido ejecutar estos proyectos. Lo importante no es crear cosas nuevas o hacer las cosas de forma diferente sino crear valor.
Asociamos la innovación con tecnología y grandes cambios, pero la innovación puede ser menos vistosa e igual generar mucho impacto. La novedad es relativa. Implementar un modelo de servicio de Rusia en el Perú es novedoso, por más que ese modelo sea tradicional en el mercado ruso. La innovación puede ser disruptiva y revolucionaria como muchas de las empresas de Silicon Valley, o puede ser una mejora continua como la innovación incremental por la que se hicieron famosas algunas empresas japonesas, especialmente Toyota.
3. Innovar NO es emprendimiento. Muchos de los ejemplos de innovación que se nos vienen a la mente están ligados al emprendimiento, a empresarios que empezaron una nueva empresa desde cero. Sin embargo, hay muchos ejemplos también de innovación dentro de empresas, los post-its de 3M, la salsa a la huancaína de Alicorp, el modelo de servicio de las nuevas tiendas de Interbank, entre otros.
La innovación está muy ligada al emprendimiento -entendido de forma más amplia como el desarrollo de proyectos-, tanto dentro como fuera de una empresa. Para sacar adelante una innovación es necesario elaborar un plan, conseguir apoyo y financiamiento, y ejecutar con excelencia. Pero también hay también emprendimientos que no tienen nada que ver con innovación.
4. Innovar es implementar nuevas ideas para generar valor. La innovación NO es ideas, NO es novedad, NO es emprendimiento, sino es una mezcla de todos estos conceptos enfocados en generar valor.
En junio, jóvenes destacados de todo el país se reunirán en La Punta para participar en CADE Universitario 2016. Juntos aprenderán lo que significa innovar y cómo pueden liderar cambios que generen valor en nuestro país.