¿Cómo los jóvenes pueden volverse líderes?

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Semana Económica.- 06.04.2016. Drago Kisic Aguirre. Miembro del Comité CADE Universitario 2016.

Hoy los jóvenes están involucrados en diversas actividades en las que su liderazgo marca la diferencia. Tanto para desarrollar proyectos de emprendimiento como proyectos de responsabilidad social o para trabajar dentro de una empresa privada desempeñando un rol dentro de un equipo se requieren competencias de liderazgo para tener el éxito deseado.

Tradicionalmente el liderazgo estaba asociado a la habilidad que posee una persona que dirige a otras personas en una organización y que tiene responsabilidad por los resultados de un equipo de trabajo. Sin embargo, hoy se entiende que el liderazgo también es relevante en toda relación o vínculo social, en la medida en que un individuo puede cumplir un rol de líder frente a los demás en determinada asignación o tarea.

Asimismo, todo liderazgo parte de la necesidad de que la persona se lidere a sí misma (autoliderazgo), tomando responsabilidad de su propio aprendizaje y desarrollo personal.

Hasta hace poco era usual buscar la ‘fórmula’ para convertirse en un líder, e identificar las competencias deseadas y los comportamientos asociados; hoy es evidente que, más que una serie de comportamientos a tener, el liderazgo constituye un proceso continuo de desarrollo, por lo que es necesario adoptar una óptica de vida vinculada al aprendizaje constante, en el que todas las experiencias vividas, ya sean de fracasos o triunfos, constituyen posibilidades valiosas de crecimiento.

Visto de este modo, el primer paso que deben emprender los jóvenes para empezar con un proceso de liderazgo tiene que ver con el autoconocimiento. Es importante por dos razones: primero, porque las personas contamos con diferentes perfiles que nos predisponen a tener fortalezas en unas áreas más que en otras. Segundo, porque las experiencias de vida son diferentes para cada uno, y éstas nos aportan diferentes tipos de aprendizaje. Esto significa que hay cierto tipo de aprendizajes que necesitamos añadir que no vienen con nuestro perfil ni con nuestras experiencias, por lo que necesitamos reconocer cuáles son y hacernos responsables de ellos.

Dentro del autoliderazgo, que es por donde debe empezar el liderazgo, algunos de los elementos relevantes en el aprendizaje para los jóvenes tienen que ver con el fortalecimiento de la confianza individual, el manejo emocional, la visión y los valores individuales, y la capacidad de innovación.

Respecto al elemento de la innovación, en estos días de constantes cambios, no sólo tecnológicos sino también económicos, culturales y sociales, los jóvenes deben estar preparados para afrontar obstáculos y proponer soluciones inmediatas para resolver problemas. Es esencial que un líder sea capaz de reconocer y aprovechar las capacidades de cada uno de los miembros de un equipo para permitir el planteamiento de soluciones conjuntas que posibiliten la llegada al objetivo frente a todo pronóstico.

En CADE Universitario queremos que los jóvenes tomen conciencia de que el país necesita verdaderas soluciones, propuestas novedosas, innovadoras, que rompan esquemas y que contribuyan a tener un impacto positivo en nuestro país. Por ello esta edición está enfocada en la innovación; de esta forma inspiraremos a más de seiscientos jóvenes de todo el país a ejercer el liderazgo y espíritu innovador en beneficio del desarrollo del país.