Por Elena Conterno, presidenta de IPAE Asociación Empresarial.
Vizcarra ofrecía y ofrecía acuerdos de compra de vacunas, pero no dejó ningún contrato en firme. Él sabía que no dejaba nada, por eso probablemente se vacunó a escondidas, asegurando así para él lo que por desidia, incompetencia o ideología no procuró para todos los peruanos.
Este gobierno, a pesar de empezar con el marcador en contra, ha podido garantizar para este año 60 millones de vacunas, que permitirán inmunizar al grueso de nuestra población. Bien por haber priorizado la adquisición de vacunas y logrado concretar diversos acuerdos. Bien por haber contratado con distintos proveedores, dejando la ideología de lado y anteponiendo el interés ciudadano.
Por su parte, el ritmo de aplicación de las vacunas ha ido en aumento, para aplicar las crecientes dosis disponibles cada semana. Estamos aplicando ya 50,000+ dosis diarias, aunque requeriremos llegar al quíntuple para aplicar con celeridad las vacunas que recibiremos el segundo semestre.
Llegar a ese ritmo requiere la actuación decidida de los gobiernos regionales. Son ellos los llamados a diseñar y ejecutar el proceso de vacunación en sus jurisdicciones, así como supervisar la correcta implementación del mismo. Los gobiernos de Cusco y La Libertad estarían ejerciendo liderazgo para hacerlo; esperemos que los que están todavía de perfil asuman su responsabilidad, para lograr que se tenga el ritmo de vacunación que demandan y merecen los ciudadanos de las distintas regiones. Para información ciudadana, haría bien el gobierno nacional en publicar cuántas vacunas está poniendo a disposición de cada gobierno regional (total y por población), así como el ritmo en que se vienen aplicando.
Lamentablemente, muchas veces la ideología impide una buena gestión. A veces en el sentido de no comprar a determinado país, otras de no recibir donaciones de la empresa privada, otras de no aplicar lo que dicta el gobierno nacional y unas últimas de no coordinar con municipalidades provinciales y distritales cuyo alcalde es de un partido diferente.
Necesitamos anteponer el interés ciudadano y tomar decisiones en atención al mismo; necesitamos más pragmatismo y menos ideología, necesitamos más rectoría del gobierno nacional, así como más responsabilidad y liderazgo en los niveles regional y local. Solo así podrá el Estado brindar los servicios que con legitimidad demandan los ciudadanos.
Fuente: Columna de Opinión publicada en el diario Correo el 08 de mayo de 2021