Por Elena Conterno, presidenta de IPAE Asociación Empresarial.
Lamentable lo que está pasando: el nombramiento de ministros con serios cuestionamientos éticos y de idoneidad; la remoción de profesionales calificados en ministerios y entidades públicas y su reemplazo por personas sin capacidades cuyo mérito es ser familiares, amigos, miembros del partido político o simpatizantes; la remoción del Procurador General de la República; el anuncio de eliminar la Defensoría del Pueblo y de la intención de cerrar el Congreso de la República de un Presidente del Consejo de Ministros; la insinuación por el Ministro del Interior de que se reprimirán protestas ciudadanas pacíficas y muchas otras cosas más.
Lo que estamos viviendo me hace reflexionar sobre lo que nos dijo hace unos meses Anne Applebaum, quien estuvo en CADE Ejecutivos 2021, en la sesión “Las Instituciones en el Bicentenario del Perú”.
Ella empezó preguntando, ¿qué te imaginas cuando te hablan de la muerte de la democracia?, el título de su último libro. Destacó al respecto que en el mundo moderno socavar las instituciones democráticas desde dentro es el peligro más grande contra la democracia. Que ya no se hace con tanques. Que ya no son militares quienes destruyen la democracia, sino presidentes y primeros ministros que socaban los procesos democráticos que los llevaron al poder.
Destacó que estos procesos empiezan demonizando a la oposición, haciéndolos ver como enemigos o traidores y, en contraposición, tratando de hacer ver al líder autoritario y su partido político como el verdadero pueblo.
Resaltó que luego buscan minar la independencia de las instituciones: medios de comunicación (públicos y privados), aparato estatal, sistema judicial (jueces, procuraduría, fiscalía) y, en general, a las instituciones que puedan ponerle límites a la actuación de un dictador y prevenir que quiera quedarse en el poder. Que buscan también modificar la Constitución, o cambiar el sistema electoral a su medida. Mencionó, además, que estos dictadores remueven al personal calificado del Estado y los reemplaza por simpatizantes ineptos o descalificados del partido.
Puso énfasis en que defender a las instituciones significa defender a la estructura base que hace posible que Perú siga siendo un país donde se pueda vivir y trabajar. Que debemos defender el sistema democrático y el Estado de derecho. El llamado está claro, la democracia en Perú está amenazada. Todos debemos defenderla.
Fuente: Columna de Opinión publicada en el diario Correo el 5 de febrero de 2022