Quizás todos hemos escuchado el termino Internet de las Cosas (IoT), usado para hablar de la cada vez más creciente posibilidad de conectar dispositivos a internet. Esto, diferenciándolo de los artículos de consumo que son la base del internet que todos conocemos. Lo que quiero decir es que no debemos pensar solo en los smartphones, televisores o en algunos casos lavadoras o refrigeradoras, sino en dispositivos mas «industriales»: máquinas, turbinas, semáforos, dispositivos que superan en cantidad al numero de personas en el mundo y, por tanto -por lo menos en teoría-, se podría hablar de un mercado de internet industrial mayor al de consumo.
Muchos de estos dispositivos se han conectado a internet por razones de eficiencia. Poder capturar datos de su operación para ser revisados remotamente, por ejemplo. O una turbina de aviación que envía mucha data de los más de 1.000 sensores que posee, para reportar condiciones operacionales que puedan ser interpretadas por humanos y determinar necesidades de mantenimiento antes de que el avión aterrice. O mejor aún: podríamos usar Inteligencia Artificial (IA) para tomar esas decisiones de forma automatizada y mas rápida. Estos procesos de eficiencia se ven en fábricas, en la operación de sistemas complejos, en los medios de transporte, en la generación de energía eléctrica, etc.
Pero lo que es más interesante para mí es el cambio en los negocios que puede ser posible al conectar toda esta data a internet. Usando el mismo ejemplo de la turbina de aviación, podemos decir que inicialmente el modelo de negocios era vender un producto. Luego se volvió vender el producto y los servicios asociados. Finalmente, se llegó a relaciones de largo plazo con indicadores de operación que pueden modificar el valor del servicio en función de si se obtienen mejores resultados para la aerolínea. Al mismo tiempo, vimos un desplazamiento del margen del producto, primero a los servicios y luego al contrato operacional. Entonces, ahora que un fabricante puede tener toda su flota global monitoreada y analizada en tiempo real, potencialmente puede ofrecer servicios más alineados con los objetivos del cliente. Quizás se lleguen a vender servicios de impulsión aeronáutica que se cobran por pasajero embarcado o como porcentaje del ticket vendido. El manejo de esta impresionante cantidad de data puede abrir estos nuevos espacios de negocio en casi cualquier industria con dispositivos conectados.
Hay aún algunos retos y menciono dos que son muy interesantes: el primero es la seguridad cibernética. El gran reto del manejo de tanta data es la integridad de esta sin posibilidad de que otro tome control de los equipos o degrade sistemas. El «hacking» podría tener grandes implicancias en el desarrollo del negocio. El segundo, de quién es toda esta data, de los usuarios o de los fabricantes de los equipos, y eso determinará quién puede ofrecer algunos de estos nuevos modelos de negocios.
El manejo de una impresionante cantidad de data puede abrir nuevos espacios de negocio en casi cualquier industria con dispositivos conectados.
Con miles de millones de máquinas próximas a estar conectadas a internet, ciertamente vamos a tener que desarrollar regulaciones que permitan el crecimiento de nuevos mercados de manera segura y muy pronto.
Autor:Luis Felipe Carrillo