Gestión.- 27.06.2016. CADE Universitario 2016. Las universidades deben crear una marca ante las empresas y que conozcan cuáles son las especialidades que ofrecen.
Al aprendizaje en grupo, la nueva edición del CADE Universitario 2016 sumará la innovación con el fin de empoderar al estudiante y volverlo empleable. Estos serán los valores que, según la Gerente de Empleabilidad de IPAE Escuela de Empresarios Lucía Benavides, se transmitirán del 29 de junio al 2 de julio en la Escuela Naval del Callao.
El aumento del número de universidades (de 72 el año 2000 a 140 el 2013) y la inversión que supone una educación de calidad implican un doble desafío para mejorar la empleabilidad.
“Es positivo tener más universidades e institutos porque ahora mucho más peruanos tienen acceso a educación, pero tenemos que ver la calidad de esa educación”, señaló Lucía Benavides.
Según datos del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, la tasa de retorno de un egresado de una universidad top es 13.5% anual promedio, mientras que las universidades de menor calidad retornan -1.2% cada año. La tasa es menor si de institutos técnicos de baja calidad se trata.
En ese punto, Benavides señaló que más que una clase, la educación permite acceder a un mejor futuro. Para ello, “las universidades deben crear una marca ante las empresas, para que éstas conozcan cuáles son las especialidades que ofrecemos”, indicó.
Espacio para innovar en educación
Sí se puede innovar mucho dentro de educación, cree Benavides. Por un lado, el reto es para la academia que tiene que “ actualizar siempre los cursos para que se adecúe al mercado laboral”.
Además, cuenta la experiencia de IPAE Escuela de Empresarios de realizar concursos de innovación con empresas. “Las empresas nos presentan problemas concretos que tienen y los estudiantes usan diferentes tecnologías: este ciclo es design thinking, para presentar posibles soluciones”, explica Lucía Benavides.
Por el otro, Benavides señala que el empleador debe considerar tres factores.
Primero, que valoren su educación y los ayuden a terminar sus estudios. Segundo, que estén abiertos a otros perfiles y busquen en otras universidades, lo que incrementaría su productividad. Tercero, “que se comprometan con la educación, y realmente nos dén retroalimentación”, señaló.
“Es un compromiso de todos seguir innovando porque el mundo no para y las empresas no funcionan por ciclos académicos, ni por los 3, 4 o 5 años”, apuntó.