Por Elena Conterno, presidenta de IPAE Asociación Empresarial.
De cara a las elecciones regionales y locales que tendremos el año entrante, importante reflexionar sobre lo que debemos buscar en los candidatos. Si bien son relevantes sus planteamientos sobre las políticas públicas que impulsarán, lo es aún más su comportamiento, en particular su autenticidad y su integridad.
La autenticidad hace referencia a que una persona se muestre como es, de manera sincera y coherente con su actuación. Penosamente, lo que vemos actualmente es un doble discurso en el Presidente -tema que hemos cuestionado en uno de los comunicados de IPAE-, así como la intención de mostrar a alguien diferente según la circunstancia, con un sombrero hasta cuando está sentado en su escritorio y una gorra para reuniones opacas fuera de Palacio.
En cuanto a la integridad, es lamentable que el nuevo gobierno esté involucrado en investigaciones muy serias de corrupción. Está el intento inicial del Presidente de no despachar desde Palacio -lo cual le habría permitido burlar las normas de transparencia que exigen informar sobre las reuniones sostenidas-, los US$ 20,000 encontrados en un baño de Palacio de Gobierno a Bruno Pacheco, exsecretario general del Despacho Presidencial de Pedro Castillo, y, recientemente, lo señalado por una investigación periodística en el sentido que Karelim López, contratista del Estado, habría negociado con el Presidente para que interceda en que gane la buena pro de una obra. Sobre lo último, estaría acreditado que el Presidente se reunió varias veces con ella y que ella habría contratado servicios de animación para la fiesta infantil de la hija del Presidente.
Está, además, la evaluación de Minedu, en cuyas investigaciones estarían señalando la responsabilidad de la hija del Ministro y de una congresista alrededor de la filtración de parte de la prueba. Terrible, más cuando, usando la filtración como excusa, el Ministro habría estado considerando el ascenso automático de profesores, al margen de sus conocimientos y méritos. Mal visto, podría pensarse que todo fue intencional: filtro la prueba, desacredito el proceso de evaluación y luego nombro a los maestros a dedo.
Realmente lamentable que nuestras autoridades actuales adolezcan de autenticidad y tengan serios indicios de corrupción. En las próximas elecciones, fijémonos mejor en el comportamiento de los candidatos; demos nuestro voto a personas honestas en su forma de ser y en su actuar.
Fuente: Columna de Opinión publicada en el diario Correo el 18 de diciembre de 2021